RADIO EL CLUB DE LA PLUMA

domingo, 25 de mayo de 2025

EL POBRE DE DERECHA – SEGUNDA ENTREGA - MAURICIO IBÁÑEZ

 

EL POBRE DE DERECHA – SEGUNDA ENTREGA

 

 

Hola, compañeros y amigos del Club de la Pluma, desde Colombia les saluda Mauricio Ibáñez, con mi acostumbrado abrazo latinoamericano.

 

Continuando con el recorrido por el libro “El Pobre de Derecha – La Venganza de los Bastardos” del escritor Jesse Souza, recapitulamos preguntándonos ¿cómo sucedió que los llamados Jokers, los trabajadores sobreexplotados, humillados y precarios se convirtieron en la materia prima de la extrema derecha mundial?

 

Lo que ocurrió fue una revolución reaccionaria desde arriba, que aprovechó la ola de concentración de los grandes medios de comunicación en manos de poderes vinculados a las elites económicas. Se generó una feudalización en la esfera de la comunicación pública que permitió que la información se volviera un insumo destinado a impedir la reflexión de la sociedad, eliminando la pluralidad de opiniones y generando un terreno fértil para la manipulación de los ciudadanos. En este contexto de desinformación y debilitamiento del espíritu crítico, se comenzó a atacar al discurso multicultural y de defensa de las minorías, insinuando que ambos conceptos son la causa de la decadencia económica de la mayoría. Una consecuencia adicional de la crisis de los medios de comunicación es la eliminación de la separación entre verdad y mentira, preparando el terreno para la difusión masiva de noticias falsas hacia un público que ya no logra saber qué es real y qué no. La mentira es un arma de guerra que se utiliza no solamente contra los enemigos, sino con el objetivo de enfermar la sociedad llevándola a un estado de guerra latente, rompiendo todos los acuerdos implícitos sobre los que descansa la vida social. La disputa política se transforma en un juego de todo o nada, en donde lo único que importa es ganar a cualquier precio.

 

Esta tierra de nadie reinstala la barbarie como expresión de la política. Este escenario produce una confusión total en la sociedad, y resulta beneficioso para quienes buscan un lucro incontrolado, ya que la confusión impide cualquier defensa articulada. Manipular el odio y resentimiento de las víctimas del neoliberalismo es la intención de todas las campañas de la derecha radical, sea Donald Trump, Bolsonaro o Milei, ocultando las causas objetivas de su empobrecimiento y marginación. Otro mecanismo utilizado por la extrema derecha es recurrir a un lenguaje de emancipación para defender el ascenso individual de las personas más capaces, justificando y legitimando la idea de meritocracia. De este modo, nunca se menciona y siempre se oculta la verdadera razón del empobrecimiento general de las mayorías y causa del consecuente resentimiento que eso provoca. Paradójicamente, quienes más creen en la meritocracia, que dice que uno puede lograr solo con su esfuerzo individual una buena vida, son los más pobres, es decir, sus mayores víctimas. Como los pobres creen en la falacia de la meritocracia, la culpa de su fracaso social sería suya y, por lo tanto, para evitar esa profunda herida narcisista en su conciencia, la alternativa que les queda es culpar a otro, si es posible a alguien más frágil que ellos mismos, ya que la propia lógica de la falacia meritocrática les impide odiar a los que se encuentran por sobre ellos en la escala social, a sus verdaderos dominadores. De esta manera, se invita a odiar a los más frágiles mediante un doble mecanismo: por un lado, se genera una idealización e identificación con el más poderoso, con el opresor, que hace que las personas en estado de desprotección y debilidad por efecto de esa identificación se vean a sí mismas como fuertes y temibles; por otro lado, se ofrece la posibilidad de atacar a los más débiles sin temor a ser moralmente señalados, compensando de esa manera el sentimiento de impotencia y resentimiento que tienen en relación con el mundo.

 

Los temas públicos han sido cuidadosamente reemplazados por agresiones personales, para lo cual las redes sociales se convierten en terreno ideal, dando rienda suelta al odio y resentimientos individuales. Los medios de acceso a la conciencia personal cambian y se ubican en internet creando burbujas anónimas sin control, que sirven a los fines de la manipulación política. Algunos sectores se muestran y otros se ocultan en un algoritmo sin control, y las redes se convierten en un peligro inmediato para la democracia. El antiguo espacio de la interacción de la vida pública, la calle, da paso a una exhibición virtual de los fantasmas psicosociales de cada uno. La concepción de la política tal como la conocemos se ha transformado. La esfera pública se empobrece como espacio para el debate y confrontación de ideas. El mundo privatizado de los individuos se ve expuesto a una segunda desposesión, se lo reduce a una mercancía vendible con fines de manipulación. En lugar de un espacio de interacción, encuentro e intercambio de experiencias del mundo, ahora tenemos un aislamiento virtual que nos aprisiona en burbujas de odio.

 

 Jessé Sousa llama falso moralismo al recubrimiento de la discriminación con una fina capa de racismo cultural. Si antiguamente la culpa radicaba en el factor racial del individuo, ahora el defecto es el factor cultural, es decir, la influencia inconsciente de la cultura en la que se nace y se forma un individuo. Las personas que son estigmatizadas por el racismo cultural son las mismas que fueron antes discriminadas por el racismo explícito. Esto tiene como objetivo ocultar, moralizar y legitimar al racismo. es como si no se tratara de racismo, por el simple hecho de no utilizar la palabra raza, sustituyéndola por la palabra cultura. Este mecanismo de ocultamiento permite una característica particular de nuestro presente: las personas se sienten liberadas para odiar a los más débiles amparadas en el racismo cultural.

 

La próxima semana profundizaremos un poco más en este concepto de Jesse Souza, el “Falso Moralismo” que está generando un nuevo tipo de racismo que sigue arrojando luces sobre la razón por la que la población más pobre tiende a votar por opciones ultraconservadoras que al final lo perjudican. Hasta la próxima compañeros.

 

MAURICIO IBÁÑEZ – Desde Colombia -Biólogo

Especialista En Estudios Socio-Ambientales

 

 

Para saber más:

 

·         Video El Pobre de Derecha – Claudio Alvarez Terán

·         https://www.youtube.com/watch?v=uRm8qGIC9TE&feature=youtu.be

 

·         Jessé Souza en Zoom: El Pobre de Derecha

 

·         https://www.youtube.com/watch?v=uRm8qGIC9TE&feature=youtu.be

 

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