RADIO EL CLUB DE LA PLUMA

sábado, 13 de septiembre de 2025

LA CRISIS DE ELLOS Y LA NUESTRA - PEDRO RODRIGUEZ

 

LA CRISIS DE ELLOS Y LA NUESTRA

 


 

En nuestras últimas columnas hemos investigado problemas de muy distinto carácter. Aunque nuestro trabajo se inició a partir de la experiencia y el estudio de problemas locales (narco tráfico, narco menudeo y narcocriminalidad), nos hemos ido desplazando a temas económicos, políticos e incluso filosóficos. Quien nos escuche puede encontrar algunas claves de nuestra evolución en las preguntas que necesariamente surgen en nuestra práctica cotidiana. Venimos de una semana especialmente cargada de sucesos, y el registro de los fenómenos suscitados por la derrota electoral del gobierno ya nos ocuparía varias columnas. Pero pretendemos destacar un hecho no suficientemente transmitido por medios tradicionales: aunque hay numerosas causas particulares que explican esa derrota, sostenemos que hay una esencial y definitiva: los trabajadores no se suicidan.

 Con esto queremos decir que han arrasado con nuestras  condiciones materiales de vida, y se nos ha llevado a una situación crítica de sobrevivencia, en varias esferas que confluyen, claro, en lo material. No es la amoralidad pestilente de estos zánganos, no es el insulto y el agravio enfermizos y gratuitos que desparraman sin pudor por todos los medios, no es la corrupción gigantesca prevalente en el sistema actual, no son las ideas estúpidas declamadas y que no importa cuánto se acepten en alguna porción de la sociedad, no es la evidente insanía del presidente y familia lo que lleva a estos resultados. Es, por supuesto, la insostenible condición a que nos han llevado a quienes dependemos de nuestro trabajo.  Y sin embargo se insiste, sin vergüenza alguna, sobre la crisis en las empresas.Durante estos últimos meses se han disparado conflictos generados por recortes o despidos. La causa, eterna causa esgrimida por los empresarios, es la crisis.

 

Que la crisis existe es algo innegable. No hace falta “consultar a las consultoras”, sino tan solo salir a la calle para entender que el consumo no repunta, así como tampoco lo hace el nivel de actividad industrial, víctima de una recesión que golpea tanto a la Argentina como al resto del mercado global. Sí, porque a pesar de que aquí gobierna un sector de la burguesía que está más para el psiquiátrico que para el poder, la crisis no deja de ser global, y el desplome del consumo es algo más que un mero factor local.

 

Por esa razón las patronales han salido a cacarear -una vez más- que “no hay plata”. Con este motivo mandan recortes salariales, despiden trabajadores contratados para enchufarle más tareas a los trabajadores de planta, quitan beneficios… en fin, recorte en todas las líneas. Y  luego salen los medios de comunicación –“progres” incluidos- a decir que “estas políticas desindustrializadoras llevan a las empresas a la quiebra”. Nosotros les respondemos: BASTA DE PAVADAS. Veamos algunos números de los Estados Financieros presentados estos últimos días en la Comisión Nacional de Valores, correspondientes a los primeros seis meses de este 2025 (¿saben que los balances son públicos? Pueden revisar lo que decimos a continuación, están a la mano de cualquiera que busque en internet):

 

Molinos Rio de la Plata, empresa que viene afrontando un conflicto para bajarle el salario a sus trabajadores, donde particularmente ha causado mucho ruido la respuesta de los trabajadores de la planta de Esteban Echeverría. La empresa en cuestión declara haber reducido un 10% el costo salarial en la comparación 2024/2025. Hoy la empresa declara que “da pérdida”, lo que habría que preguntarles es a dónde fueron a parar los $74248 millones que amasó el año pasado solamente como ganancia financiera, monto que representa el 126% del costo salarial del año en curso.

 

Mastellone Hnos., dueña de la mitad del paquete accionario de La Serenísima, vio disminuida su ganancia este año, aunque claro, es difícil comparar el ejercicio actual siendo que el año pasado facturaron $98.274 millones solo a través de negocios financieros. Como el negocio este año no anduvo tan bien, a la pobre empresa no le quedó otra que recortar la masa salarial en un 4%. Eso sí, los que se ve que hicieron bien los deberes fueron los directores de la empresa, que se asignaron un aumento del 7%.

 

A la que parece le fue bastante mejor es a su socia, Arcor -quien por cierto está por comprar Mastellone-: la ganancia neta de Arcor se disparó un 701% respecto al mismo período del año pasado, aunque parece que los obreros no se enteraron, ya que les recortaron un 8% el salario.

Molinos Agro también presentó balance, y a pesar de la crisis, sus ganancias solo cayeron un 5% respecto al año pasado. En sintonía con la reducción de la facturación, los pobres empresarios tuvieron que ajustar a los obreros, que perdieron un 3% de su salario, aunque, curiosamente, el directorio de la empresa se otorgó un aumento de sus ingresos del 97%

 

Pasemos a otro sector en crisis: la industria de la construcción.

Por un lado, Loma Negra declara que no tocó los salarios, y la masa salarial salió empatada con la inflación ¿Será? También anuncia que cayeron sus ventas, y este año ganó un 82% menos que el año pasado. Quizás este sea el lugar oportuno para decir que ese año la empresa amasó una fortuna de $142,9 mil millones solamente con negocios financieros. La teoría del derrame no les habrá llegado a los obreros, pero sí a los directores, que este año se otorgaron un aumento del 15% en términos reales, y muy a pesar de la crisis del sector.

 

En fin, veamos Richmond, una de las pocas farmacéuticas que cotizan en bolsa. Richmond nos declara un 2025 no tan bueno como el año pasado, aunque todavía reportando una ganancia jugosa de unos $3 mil millones. Y bueno, como los negocios no marcharon “tan bien” como con los $15 mil millones del año pasado, no les quedó otra que reducir la masa salarial un 3%. Eso sí, a los directores les aumentaron los ingresos un 27%.

O la empresa energética Central Puerto, que redujo los salarios un 3% a pesar de haber incrementado su ganancia un 219%. Tema aparte es la ganancia de los bancos, deberíamos dedicarle una columna específica.

 

En toda crisis capitalista existe una retracción del mercado, caen los niveles de producción y con ello se achica la porción de la torta. Los empresarios buscan entonces achicar salarios no porque no puedan pagarlos, sino porque lo que quieren es mantener su margen de ganancias ¡Y vaya si lo vienen sosteniendo!

 

Por un lado, hicieron y hacen grandes negocios financieros con el Carry Trade de Caputo, que no es ni más ni menos que la reducción de jubilaciones, salarios estatales y asistencia social para transferir todos esos recursos financieros hacia el capital privado vía emisión de títulos públicos.

 

Por otro lado, el ajuste salarial a los obreros de esas empresas, en donde incluimos el aumento de los ritmos de producción. Porque para ellos es más rentable producir lo mismo en menos horas, aunque en el medio tengan que tener un turno suspendido.

Por eso, cuando nos vienen con el discurso de que “la empresa da pérdidas", de que están “con la soga al cuello por la caída de la producción”, etc.,  en lugar de buscar soluciones para la rentabilidad empresarial (que es lo que terminan haciendo el progresismo y la izquierda) tenemos que plantarnos en la defensa de nuestro salario, de nuestras condiciones de vida, porque la crisis que vivimos los trabajadores no es la misma crisis que viven los capitalistas.

 

Cuando nosotros hablamos de crisis, hablamos de los problemas de la vida, de la alimentación, la educación de la niñez, la falta de asistencia médica, la situación de nuestros ancianos, la peste de la droga, de los colapsos mentales por las presiones laborales o por la falta de perspectiva de vida. Cuando ellos hablan de crisis se refieren, pura y exclusivamente, a la reducción de su margen de ganancias, y disponen de suficientes herramientas económicas y financieras para combatirla.

 

PEDRO RODRIGUEZ

Desde Rosario- Militante Social

 

 

 

MOVIMIENTO PLANETARIO DE PLACAS TECTÓNICAS ¿QUIÉN DOMINARÁ EL MUNDO EN 2030? “REVOLUCIÓN DE COLOR” EN NEPAL - PROF. VIVIANA ONOFRI

 

MOVIMIENTO PLANETARIO DE PLACAS TECTÓNICAS

 ¿QUIÉN DOMINARÁ EL MUNDO EN 2030?

 “REVOLUCIÓN DE COLOR” EN NEPAL



 

 


          Un cálido abrazo a toda la querida audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA. Un día más, nos reunimos aquí en este espacio de reflexión compartida.

 

          Todas las semanas, nos vemos presionados para sintetizar en diez minutos los múltiples acontecimientos a nivel planetario: apenas hablar sobre la situación demoníaca en Nepal, una clara “revolución de color”, como tantas, tantas otras en el mundo, un tipo de guerra de cuarta generación financiada por los servicios de inteligencia occidentales, por la CIA. De movimientos espontáneos, nada. Hay un guión básico que se sigue para “reventar” los gobiernos molestos. ¡Son de manual, como decimos en Argentina! En este caso, el presidente de Nepal había demostrado interés en incorporarse a la Organización de Cooperación de Shangai.

 Existen varios libros sobre esta instrumentación siniestra; apenas hablar sobre algunos hechos más que sospechosos como es la muerte en Alemania de siete candidatos del partido Alternativa por Alemania, en muy poco tiempo, país que hoy mismo tiene elecciones regionales y ¿podría su canciller estar haciendo las maletas? Desde el Bundestag, se escuchan los gritos hasta Canarias: “Ya han destituido al imbécil de Merz?”

 

 No creemos que sea imbécil, sino que “juega” para las élites satánicas financieras; apenas hablar sobre el falseamiento de la verdad, como es la locura de los burócratas europeos que insisten en llevarnos a una guerra contra Rusia; apenas hablar sobre el caos y hundimiento económico de Alemania, Francia y Reino Unido y en menor medida del resto de Europa; apenas hablar sobre el crecimiento alarmante de los delitos por bandas narcotraficantes en Suecia, un exbaluarte de paz, temática que abordamos hace algún tiempo, locura de crímenes que se ha extendido a todos los países nórdicos europeos, sin contar las batallas de las mafias narcotraficantes en Francia, Alemania, Bélgica. Esta es la Unión Europea de la que los medios no hablan o lo hacen de forma subrepticia. Como tampoco hablan sobre la inversión migratoria de los polacos que vuelven a Polonia de Alemania, porque Alemania ya es un país quebrado. Podría aclararnos algo, saber que el canciller alemán Merz trabajó para el fondo de inversión Blackrock.

 

 Y Francia, seguramente, será rescatada por el Banco Central Europeo, si no caería en los brazos del Fondo Monetario Internacional. Al borde del colapso por deuda. Y el lunes pasado cayó el cuarto Primer Ministro francés en un año. El gobierno de François Bayrou cayó tras perder la confianza de la Asamblea Nacional. Y a la crisis económica, política y social con cientos y cientos de disturbios se suma la decisión de Macron de enviar tropas a Ucrania, pero los jóvenes no están dispuestos a morir, menos en una guerra ajena. Sabemos que Macron, como Napoleón III en el siglo XIX, “juega” para el Imperio británico; quizás este dato también podría aclararnos algo las cosas. Y del Reino Unido huyen los millonarios, un verdadero éxodo por el drama detrás del colapso económico británico, pero también huyen las empleadas domésticas, es la gran aceleración del desplome. Reino Unido es el primer país del G7 que no puede fabricar su propio acero. Starmer, su Primer Ministro, está viviendo al límite estas últimas semanas.

 Y el 7 de septiembre arrestaron, en Londres, a casi 900 personas, por la decisión del gobierno de vetar al grupo Acción Palestina. Desde julio, Acción Palestina está prohibida en el Reino Unido y clasificada como “organización terrorista”. Existe en Europa un movimiento de placas tectónicas que descienden; la palabra exacta sería que se hunden por subducción. Una metáfora geológica. Todo este descalabro perverso europeo vamos a ponerlo en contexto con lo que ocurrió en Oriente: la cumbre de la Organización de Cooperación de Shangai y la conmemoración del octogésimo aniversario del triunfo de China sobre Japón, en la Segunda Guerra Mundial, con un desfile militar espectacular. ¿Alguien quedó indiferente?

               Y nos preguntamos: ¿quién dominará el mundo en 2030? Qué incertidumbre, ¿no? La idea de que China lidere un nuevo orden mundial, suena a distópico. Si las economías de los países emergentes superan ya a las de las economías avanzadas en peso económico, es cuestión de tiempo que quieran también su parte del pastel en la gobernanza global y en la influencia monetaria. Y aquí traemos una reflexión de Antonio Gramsci quien expresó: “El viejo mundo se muere; el nuevo tarda en aparecer y en ese claroscuro es cuando surgen los monstruos”, y estamos, justamente, en ese claroscuro. Estados Unidos y Europa representan el viejo mundo, dictando las normas, pero ese mundo ya agoniza lentamente y el nuevo mundo asoma liderado por China, Napoleón Bonaparte ya lo advertía proféticamente en 1816. Pasó tiempo, ¿eh? “China es un gigante dormido; dejadla dormir, porque cuando despierte, el mundo se sacudirá”. China ha despertado y el temblor se siente en todas las placas tectónicas del sistema internacional y el mundo actual se parece a un enorme tablero de ajedrez, en el que, de pronto, aparecieron nuevas reinas capaces de mover fichas a lo grande. Las piezas tradicionales, el rey que sería el dólar, el caballo que sería lo angloeuropeo, todavía están ahí, pero no dominan todo el tablero.

 

 Cada vez que en la historia una nueva potencia asciende, las reglas del juego cambian. Estamos ante una inversión de la corriente histórica. Durante 500 años, el poder fluyó de Occidente hacia el resto del mundo. Ahora está ocurriendo en sentido contrario. Es como si las placas tectónicas del poder económico se estuvieran desplazando, poco a poco, placas tectónicas en divergencia, en ascenso, sería la palabra exacta en geología, pero reconfigurar un nuevo orden mundial, produce terremotos. China ha mostrado al mundo en el desfile militar del 3 de septiembre, su tríada nuclear completa: misiles intercontinentales, submarinos estratégicos, bombarderos. Xi Jinping; Putin; Kim Jong-un, por Corea del Norte; Narendra Modi, por India, y muchos otros mandatarios rodeaban al actual presidente de la República Popular China. Vamos a ver si nos aclaramos, que el eje Moscú-Pekín no actúa como un frente antioccidental; lo que ocurre es que Occidente sólo sabe dividir todo en dos: o estás con nosotros o estás con los terroristas.

 

 El mensaje del desfile militar es claro: Pekín quiere que el mundo sepa que China ya juega en la liga nuclear de Estados Unidos y Rusia. China se erige como el líder del nuevo orden mundial y tenemos que ver que la cumbre de la Organización de Cooperación de Shangai, en Tianjin y el desfile militar en Pekín son las dos caras de la misma moneda. En Tianjin, China, Rusia e India trazaron un frente común. Más cooperación energética, comercio en monedas locales y un mensaje directo contra la hegemonía occidental. Ahora, Pekín refuerza sus discursos con la fuerza militar. Un desfile asombroso y, ese acto, también, se convirtió en una muestra de alianzas. Asia quiere hablar de multipolaridad y mostrar que puede defenderla. ¿El futuro geopolítico hablará mandarín? Como expresó el Primer Ministro de Eslovaquia, Robert Fico: “Si Europa pensaba que China estaría aislada en las celebraciones por su victoria sobre Japón, en la Segunda Guerra Mundial, ha calculado muy mal, porque la que ha quedado aislada es Europa”.

 

          Y unas reflexiones sobre Argentina. Se le armó a la borracha Bullrich, porque Rusia quiere que Argentina muestre las pruebas de acusación a la inteligencia rusa por involucrarla en torno a los audios de Karina Milei. Esto continuará, compañeros. Y ya explicamos en otras columnas que Milei es un producto del Instituto Tavistock, un producto de laboratorio. Cuánta inteligencia al servicio de la destrucción de los pueblos, ¿no? Pero ahora, el racional Kici le ganó al loco, ¡grande Kici!, el honesto le ganó al chorro, el doctor le ganó al “chanta”, la salud le ganó al curro, la educación le ganó al abandono, el Estado le ganó a la anarquía. No se puede vivir sin Estado. Y no era cierto que la población apoyaba a esa porquería de gobierno. El movimiento de placas tectónicas, también se produjo en Argentina en las elecciones del domingo pasado, un movimiento de placas tectónicas por transformación, es decir, se deslizaron con respecto a otra placa sin destruir nada, por ahora, y aclaramos, como escucharán decir a Cristina, a continuación: “Pero nosotros no somos transformistas, nosotros somos peronistas”.

         

          Me despido de nuestra querida audiencia, agradeciendo su amable atención, e invitándola a otra nueva emisión de EL CLUB DE LA PLUMA, el próximo domingo. ¡Hasta la victoria siempre, compañeros!

 

 


PROF. VIVIANA ONOFRI

 Desde Islas Canarias 

Profesora en Letras, ex catedrática de la Universidad Nacional de Mar del Plata

MITOS, NARRATIVAS Y SU IMPACTO EN EL DESARROLLO HUMANO PARTE 1 - MAURICIO IBÁÑEZ

 

MITOS, NARRATIVAS Y SU IMPACTO EN EL DESARROLLO HUMANO

PARTE 1



Apreciados compañeros, amigos y oyentes de El Club de La Pluma, desde Colombia los saluda Mauricio Ibáñez, con nuestro acostumbrado abrazo por la hermandad latinoamericana.

 

Hoy abordaremos un tema que resulta fundamental para entender lo que hay detrás del telón en el teatro de profunda polarización en el que nuestro planeta y sus pueblos hemos creado un circo enloquecido de confrontaciones, guerras, posiciones irreconciliables, dolor y muerte. Un teatro donde unas élites privilegiadas aplauden, ríen y se burlan de pueblos enteros dispuestos a ir a la guerra para que ellos mantengan sus privilegios y aumenten sin ningún recato sus riquezas en una apología al cortoplacismo autodestructivo de las orgías donde todo se sacrifica en función del placer.

 

Existe, en el desarrollo humano, lo que llamamos “necesidades básicas”, que son lo que define nuestra condición de seres capaces de neutralizar nuestras vulnerabilidades físicas: agua, nutrición y abrigo. Nuestra capacidad de procurarnos esos tres recursos a través del procesamiento de la información que nos brindaba la naturaleza nos permitió adaptarnos a entornos cada vez más hostiles y, a medida que avanzábamos en la creación de herramientas, podíamos ocupar con éxito ecosistemas que nos fueran adversos y convivir con los riesgos que estos representaban.

 

El elemento motivador que nos impulsaba era el miedo. El miedo y la incertidumbre eran los ejes de nuestro funcionamiento. Sabíamos que como individuos o familias no sobreviviríamos si no nos juntábamos, si no uníamos fuerzas, si no construíamos comunidad. No había amor, apenas estábamos aprendiendo a comunicarnos, y entendiendo que funcionábamos como individuos con diferentes habilidades, curiosidades o capacidades, que podíamos asumir tareas diferentes, complementar fuerzas y crecer, incluso proyectarnos un poco más allá del temor, buscando maneras de entender qué nos deparaba el futuro, de proyectarnos hacia adelante, de progresar.

 

En ese contexto de tranquilidad relativa surgieron los observadores, aquellos hombres y mujeres que, protegidos por la comunidad, podían mirar cómo el sol salía por el mismo lado, pero siguiendo un patrón de movimientos, estimulando el crecimiento de las plantas y la migración de animales en una especie de ritmo que se repetía cada cierto tiempo. También vieron patrones en la posición de las estrellas, en el comportamiento del clima, en fin, hasta que lograron interpretar patrones y ritmos y comenzaron a hacer predicciones.

 

Con la capacidad de predecir, que no era común a todos, estas “elites del conocimiento” aprendieron a manejar el miedo y la incertidumbre de los demás grupos poblacionales, y aprendieron a dominar un temor más profundo y fundamental: la culpa, una especie de miedo a no cumplir adecuadamente su rol en la sociedad, porque quien fallara recibiría un “castigo” o podría acabar siendo excluido de la comunidad, afrontando un aislamiento que no significaba otra cosa que la muerte.

 

Paralelamente, los machos alfa de estas comunidades venían haciendo su tarea de forjar las pirámides de poder y jerarquía mediante el uso de la fuerza, y representaban un creciente peligro para los nacientes “intelectuales” que, por sus conocimientos y su precaria capacidad de anticipar el futuro, podían manejar su miedo e incertidumbre. Los sabios de la prehistoria se convirtieron en aliados del poder militar, configurando los primeros “gobiernos” de la historia remota.

 

Los señores de los ejércitos, pues, configuraron sus jerarquías y su dominio sobre la población, con la ayuda de los “sacerdotes” que identificaron una nueva necesidad fundamental de la gente, también basada en el miedo y la perspectiva del futuro: la necesidad de trascender, de ir más allá de la muerte, de sentido. El sol, la luna, las estrellas y algunos fenómenos naturales dieron paso, entonces, a narrativas sobre equilibrios, patrones y balances que sirvieron a estos sabios para asignar a sus patrones un aura de divinidad, o para crear dioses que servirían de referente – a la vez de elemento manipulador – de la conducta de la comunidad. Nacieron las monarquías, poderes absolutos en las manos de un primer gran guerrero conquistador que, con ayuda de sus sacerdotes, se perpetuaba en el tiempo a través de sus hijos y sus nietos por un supuesto “designio divino” cuidadosamente forjado por éstos a cambio de una serie de privilegios y acceso a los tesoros reales.

 

El concepto de un pueblo empobrecido, manipulado y servil ante los poderes de la fuerza y las divinidades fabricadas por las élites, dominado por el miedo, la incertidumbre, la culpa y el rumor, creció a la par de estos procesos de dominación marcados por un sentimiento religioso, una conducta de sumisión ante un poder invisible capaz de castigar sin misericordia y, a la vez, proveer la posibilidad de una trascendencia futura que, si no se lograba en vida, tal vez se obtendría después de morir. La mitología adquirió toda una estructura narrativa de distracción y manipulación de masas que, incluso, dio paso a que los mismos ejércitos terminaran sometidos a poderes políticos y económicos.

 

Con la ayuda de las religiones, las élites podrían librar guerras, invadir y conquistar territorios, aumentar sus riquezas y construir sus palacios, sacrificando cientos de miles, millones de campesinos, soldados, artesanos, gente del común, en causas asignadas a narrativas llenas de dioses, miedos, culpas, perdón y trascendencia que se fueron distribuyendo y reinterpretando, cultura tras cultura, a través de toda la historia de la humanidad, y convirtiéndose en el mayor freno, el obstáculo principal de la evolución humana, en lo que Karl Marx llamó “la droga del pueblo”.

 

Las múltiples representaciones culturales de “la divinidad”, representadas en los dioses griegos, los egipcios, los romanos, los nórdicos, el dios de la narrativa judeo cristiana, el alá de los musulmanes (que son el mismo), las divinidades aztecas, mayas, pre-incas e incas han tenido un común denominador: el control. Intentar amarrar y desestimular el afán natural humano de observar, cuestionar, rebelarse, intentar nuevos caminos. Todas las religiones han tenido su “inquisición”, su manera de reprimir a sangre y fuego, con torturas, con sacrificios humanos, la imparable voluntad humana de avanzar, de trascender en vida, de descubrir, de progresar más allá de las dominaciones establecidas por las élites, de vencer los muros que nos han presentado disfrazados de política, de economía, de iglesias, de izquierda o derecha, de falsos dilemas, de identidades culturales o étnicas.

Somos mucho más que eso, y lo veremos la próxima semana. Hasta entonces compañeros.

 

MAURICIO IBÁÑEZ – Desde Colombia -Biólogo

Especialista En Estudios Socio-Ambientales

GRITO DE LOS EXCLUIDOS 2025: LA VOZ QUE RESUENA CONTRA LA DESIGUALDAD Y POR LA DEMOCRACIA - LÍVIA MARTINS

 

GRITO DE LOS EXCLUIDOS 2025: LA VOZ QUE RESUENA CONTRA LA DESIGUALDAD Y POR LA DEMOCRACIA




El 7 de septiembre de 2025, fecha de la Independencia de Brasil, mientras el país la celebraba oficialmente con desfiles cívico-militares, miles de brasileños salieron a las calles de decenas de ciudades para participar en la 31ª edición del Grito de los Excluidos. Con el lema "Cuidar la Casa Común y la Democracia es una lucha cotidiana", el movimiento reafirmó su papel como uno de los espacios de resistencia popular más importantes de Brasil.

Un grito que denuncia las exclusiones múltiples

El Grito de los Excluidos surgió en 1995 como contrapunto al patriotismo pasivo, proponiendo una ciudadanía activa y crítica. En 2025, el evento cobró aún más relevancia ante un escenario nacional marcado por:

·         Desigualdad social persistente: Según datos del IBGE, más de 60 millones de brasileños viven con algún tipo de inseguridad alimentaria. La concentración del ingreso sigue siendo alarmante: el 1% más rico posee casi el 30% del ingreso nacional;

·         Crisis climática y ambiental: Brasil enfrenta una deforestación récord en la Amazonía y el Cerrado, con impactos directos en las comunidades indígenas y ribereñas. El lema de este año refuerza la urgencia de proteger el medio ambiente como parte de la lucha por la justicia social;

·         Amenazas a la democracia: El país vive bajo tensión institucional, con crecientes informes de desinformación, ataques a los derechos civiles e intentos de debilitar la participación popular. Grito se opone a cualquier interferencia externa o retroceso democrático.

Cómo sucedió el Grito en 2025

En ciudades como São Paulo, Recife, Salvador y Belém, los manifestantes se reunieron en lugares simbólicos para expresar sus demandas: lucha contra el hambre, defensa de los derechos laborales, preservación del medio ambiente y fortalecimiento de la democracia. La edición de este año también incorporó el Plebiscito Popular, con urnas simbólicas repartidas en sindicatos, iglesias y escuelas, donde la población pudo opinar sobre temas como gravar a los súper ricos y reducir la jornada laboral.

El Grito de 2025 fue construido por una amplia articulación de movimientos sociales, pastorales, sindicatos y colectivos populares, reafirmando su carácter plural y no partidista. En medio de un escenario de persistente desigualdad y tensiones políticas, el evento se ha consolidado como un espacio de resistencia, esperanza y construcción colectiva de un país más justo.

Además de las manifestaciones tradicionales, el evento de este año incorporó el Plebiscito Popular, con esfuerzos conjuntos para recolectar votos en temas como:

·         Reducción de la jornada laboral

·         Fin de escala 6×1

·         Impuestos a los súper ricos

Un espacio de resistencia y esperanza

El grito de los excluidos no es solo una protesta. Es un espacio de construcción colectiva, donde trabajadores, movimientos sociales, indígenas, quilombolas, jóvenes y líderes religiosos se reúnen para reafirmar que otro Brasil es posible. Un Brasil donde la democracia no solo sea formal, sino que se viva en la vida cotidiana; donde el cuidado de la "Casa Común", el planeta y sus pueblos, es una prioridad.

En tiempos de polarización y retrocesos, el Grito de los Excluidos sigue siendo uno de los recordatorios más poderosos de que la verdadera independencia solo se puede lograr con justicia social, participación popular y respeto por la diversidad.

 

LÍVIA MARTINS

Desde Brasil Comunicadora Social