LA URGENCIA DE COMUNICARNOS
Comenzamos
leyendo a Fernando Buen abad, pensador mexciano que suele acompañarnos con su
claridad conceptual: "Será peor la ofensiva de los meses próximos, porque
los escenarios electorales son caldos de cultivo para ensanchar el reino de su
pandemia de engaños. Bajo la dictadura de la información-mercancía, intoxicarán
paradigmas que se creyeron intocables. Veremos a la verdad presa de jaurías
relativistas y de sabihondos escapistas. Secuestrarán los hechos con sus
batallones de opinología mercachifle y pelearán para desfigurar la construcción
colectiva de la conciencia. Todo a cambio de intereses y negocios de
lenguaraces centaveros. Disfrazados como demócratas, un ejército de
profesionales, especialistas en demolición de conciencias, operará con franca
impunidad bajo el tutelaje de la libre empresa mediática hegemónica. Los
pasarán por la tele con su ofensiva recargada. Lo de siempre, pero peor.
Y
bien, veamos qué se ha venido diciendo sobre los medios de comunicacion. Sean Mac
Bride fue Ministro de
Asuntos Exteriores de Irlanda. En 1974 fue galardonado con el Premio Nobel
de la Paz; en
1977 obtuvo también el equivalente soviético del Nobel, llamado Premio Lenin.
En 1980 UNESCO encargó un informe sobre los
problemas de la comunicación a nivel global, y lo redactó una comisión que
presidió MacBride. Ese informe (llamado desde entonces Informe Mc Bride)
advirtió que la CONCENTRACIÓN MONOPÓLICA de medios de comunicación es una
amenaza contra las democracias y, al paso de las décadas, esa profecía se
cumplió a rajatabla. Esa concentración no sólo ha invadido las fuentes de
información, las tecnologías y las metodologías de producción informativa, sino
que ha establecido una cultura del consumo informativo que aprendió a excluir
la realidad a cambio de la espectacularidad de un palabrerío mediocre,
desvergonzado y retrógrado. A la vista de todos, su plan es anestesiar a los
pueblos derrotados a conciencia, dispuestos a renunciar a la razón, dóciles y
agradecidos, con información deformada, deformante y tóxica. Cuidémonos de los
noticiarios oligarcas, son máquinas de engaño, deformación y ocultamiento. Redactan
pésimo, hablan con dificultades educativas severas, son ignorantes mercenarios,
desvergonzados y mediocres hasta la ignominia.
Desde las empresas mercantilizadoras de
noticias o información, operará un despliegue descomunal actualizado con
maquinarias de guerra ideológica orientadas por una misión indispensable para
la alienación que consiste en distorsionar todo. Hoy eso es un negocio obsceno.
Ese mercadeo de noticias ha instalado la idea perversa de que no es tan malo
vivir engañados, que se debe respetar a mansalva el privilegio de los
vendedores de noticiarios, sus cátedras, carreras, posgrados y especialidades
al mejor postor. No tocar ni con el pétalo de una crítica al noticiario
mercader ni al demagógico código de ética de su mercancía parida por las peores
leyes del capitalismo. El costo histórico-cultural será altísimo. Ellos quieren
profundizar y ensanchar su monopolio de la violencia militar, financiera y
mediática.
Necesitan como el aire refregarnos su mérito de
fabricantes de mercancías informativas oportunistas, planificadas para la
esclavitud del pensamiento y la traición a la conciencia (individual y
colectiva). Operarán contra todo sentido común para imponer el suyo mientras se
humilla la inteligencia de la información sometiéndola a principios y fines
empresariales cada día más mediocres, corruptos y mafiosos para, incluso,
vender ayudas informativas capaces de auspiciar golpes de Estado o magnicidios.
Para la tele, para la web, para la radio… basta con que cualquier payaso capaz
de publicar, bajo cualquier método y medio, sus canalladas, se haga llamar
periodista y promueva sus distorsiones como si fuesen la verdad. Y no faltará
quien se la compre.
Ahora estamos asqueados por la impunidad con
que exhiben sus canalladas los amos y sus siervos informativos; la náusea nos
sacude por la obscenidad y la mendacidad de sus mercados informativos
ascendidos a mariscales golpistas y magnicidas, en todo el mundo. Pero ahora se
preparan para empeorarlo todo, para desplegar las acometidas más feroces de las
mafias comerciales que venden información contra la verdad de los pueblos en
lucha y contra sus logros más caros. No digamos que no lo sabemos.
Ellos están organizándose. Ahora que se alían
las mafias mediáticas y reorganizan sus ejércitos de informadores, para
bombardearnos con misiles de injurias y mentiras, nosotros debemos hacer de la
producción de información un ejercicio de organización nueva, un salto de
calidad organizativa para un despliegue de información riguroso en sus
principios y adaptable a las condiciones más diversas y adversas. Preocuparnos
y ocuparnos en suministrarnos datos y hechos comprobados y verificados
comunitariamente, para darnos la dirección humanista y revolucionaria que nos
hace falta con urgencia.
Organizarnos para dar la batalla por la
información en combate y ganar la disputa por el sentido. Estar ahí donde
abiertamente, con todas las fuerzas de la comunicación emancipadora, se
requiera colaboración humanista y revolucionaria irrestricta. Estar y
permanecer alertas. Ellos invertirán fortunas en sus canalladas. Nos urgen
medios, modos y relaciones de producción informativa humanista, de la
conciencia material y espiritual.
Desde Rosario- Militante Social
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