EL
HACKEO DE LA MENTE DE LOS CIUDADANOS EN ARGENTINA Y EN EUROPA: EL SELLO DEL
INSTITUTO TAVISTOCK.
Un cálido abrazo a toda la querida
audiencia de EL CLUB DE LA PLUMA. Otro día más, nos encontramos aquí, en este
espacio de reflexión compartida. ¡Quédate, que lo de hoy, también te va a
interesar! ¡Pónganse cómodos!
La ciudad de Tavistock, en el
condado de Sussex, Inglaterra, es el centro mundial del lavado de cerebros en
masa y de ingeniería social. La red Tavistock con sus métodos de guerra
psicológica se adapta, constantemente, no descansa, con la intención a través
de sus técnicas de apoyar proyectos de manipulación social y estafas
psicológicas a gran escala. Obviamente, el lavado de cerebros depende de la
ignorancia de las víctimas. Está en todas partes, Todos percibimos la
desintegración de nuestras naciones en el día a día, en las experiencias
personales. Sin embargo, no se trata de una coincidencia, ni de un accidente.
Lo que estamos presenciando es la desintegración de la economía mundial, la
pérdida de soberanía planificada por las personas más poderosas del planeta.
Aparte de sentir indignación y rabia, usted, llegará a la conclusión de que se
trata del declive moral, material, cultural e intelectual que todos los días
presenciamos en el mundo entero. Esto no es una ilusión, esto es real y lo que
está en juego es el futuro del planeta Tierra. El Instituto Tavistock es el
centro de control, pero existen decenas y decenas de instituciones en diversas
universidades de Estados Unidos, de Gran Bretaña, en Suiza, etc., etc. donde se
enseña cómo modificar la conducta. Son zombis humanos en puestos de alta
dirección que nos conducirán a la Nueva Edad Media. Dos son los objetivos:
alcanzar los cambios necesarios en Estados Unidos y en el orden mundial. Los
grupos de sociólogos, psicólogos, psiquiatras, antropólogos, centros de
estudios y fundaciones, que trabajan en estrecha colaboración unos con otros,
están presididos por una élite integrada por poderosos miembros de la oligarquía
mundial. Su propósito es implantar cambios forzados en nuestro modo de vida, en
nuestra mente, sin nuestro consentimiento y sin que sepamos siquiera lo que nos
está sucediendo.
Para poder cambiar la conducta de los seres
humanos, apartarla de la producción industrial para hacernos entrar
voluntariamente en el mundo de la era posindustrial de crecimiento cero y
progreso cero, es necesario forzar un cambio de imagen que tiene el ser humano
de sí mismo. Y para buscar la imagen del hombre que resulte apropiada a la
nueva era hay que sintetizarla y a continuación conectarla al cerebro de la
humanidad. Tener a la mayoría de la población en un estado continuo de ansiedad
interior funciona, porque se obliga a las personas a que estén demasiado
ocupadas en asegurarse su propia supervivencia o a competir por ella para
colaborar en la construcción de una reacción eficaz. Esto también lleva por
todas partes la firma de Tavistock. Como también lleva el sello de Tavistock,
la elección por parte de la élite global otanista, de Milei, en Argentina. Como
ya lo hemos hablado, Milei es un producto del laboratorio Tavistock. El pueblo
argentino que lo votó, cree que, libremente, lo escogió para presidir
Argentina, pero no fue así. La mano de la red Tavistock está detrás del
entramado mediático, porque saben cómo manejar tus prejuicios, tus ideas, tus
odios, tus sentimientos más primitivos, para que hayas elegido esa opción
electoral. Conocen a la perfección cómo actúa tu cerebro porque tienen
registrados los mínimos resquicios de la mente de los seres humanos,
especialmente. El cerebro humano no tiene misterios para el Instituto
Tavistock. Y en Europa, también, la red Tavistock trabaja sin descanso. Nos
encontramos en una encrucijada. Del camino que tomemos ahora dependerá que
vivamos en el siglo XXI como repúblicas de Estados-nación o como un montón de
esclavos subyugados, diezmados y deshumanizados. Obviamente, no somos tan
ingenuos, ni tan soberbios para pensar que la acción del Instituto Tavistock es
la única fuerza casi omnipresente que actúa en el planeta.
En Europa, nadie quiere morir sin
saber por qué, porque tú no sabes en nombre de qué estás muriendo. Nadie,
absolutamente nadie, quiere ir a la guerra. No se sabe en nombre de qué se está
luchando. Se están encontrando con problemas para encontrar un millón de
soldados, pero no es porque no estamos dispuestos a dar la vida por una causa,
sino porque no entendemos la causa, cuando los burócratas europeos y sus hijos
viven de lujos en Occidente, robando el presupuesto de los gobiernos. Esas son
cosas que no entendemos y, por eso, no hay gente dispuesta a dar su vida. Claro
que sabemos que una guerra es el proceso de licuación de deuda por parte del
sistema financiero: lo tenemos muy claro, pero la población europea no tiene
injerencia sobre el poder transnacional de la élite satánica financiera que
domina el mundo.
Existe un plan satánico y es que a la
ciudadanía la van a seguir empobreciendo, a que estamos destinados a,
simplemente, desaparecer, no hace falta que creas en nada para darte cuenta de
que eso es satánico, lee un libro, a quién se le pueden ocurrir esas locuras,
puede que alguien esté diciendo, pero no, qué dicen esos señores, si aquí quien
manda es Estados Unidos, pero cuidado, mucho cuidado. Desde la Segunda Guerra
Mundial se han creado diversos organismos atlantistas, formaron cerebritos
think tanks. Qué casualidad que los actuales mandatarios de Europa han salido
de esos organismos: Mers (canciller de Alemania), Macron (Primer ministro de
Francia), Starmer (Primer ministro del Reino Unido, bien mandados todos. No son
incompetentes, son muy competentes y muy bien dirigidos para destrozar sus
países en beneficio de terceros, que es lo que estamos viviendo ahora mismo.
Alemania como está, Francia como está, Italia como está, Reino Unido como está.
¿Adónde va Europa? Ahora no diga la gente que confía en el euro, que el euro es
muy volátil: el euro es basura pura.
Somos conscientes de que hemos sufrido un
engaño. Nos han dado una democracia de muy baja calidad; ya sabemos que la
democracia es el menos malo de los sistemas, pero es que la degradación a la
que estamos llegando nos espanta; nunca hubiéramos pensado que íbamos a ser
fiscalizados en nuestras conversaciones por Whassap, que iban a poder entrar en
nuestras imágenes digitales. Quieren lanzar una moneda y que con esa moneda ya
no podremos comprar cosas por la incidencia de la huella de carbono y ahora
parece que, en España, la Guardia Civil va a comenzar a perseguir la
desinformación, la desinformación de quién y quién tiene la información de la
verdad y cómo lo van a contrastar.
En Argentina, ganó el partido de los
poderosos. ¡Qué casualidad, en Europa siempre gana, también, el partido único,
el partido de los ricos! Porque no sean ingenuos: todos los partidos políticos
europeos son el mismo partido. En Europa, no existe el peronismo
revolucionario. En Argentina, no es que perdió el peronismo, sino que perdieron
los trabajadores, los jubilados, los enfermos, los discapacitados, los estudiantes,
pero no solamente ellos, sino que se entregó, ya con sello y firma, la
soberanía del Estado argentino al gobierno de Estados Unidos. Ahora sí, viene
lo peor. Nada de lo que decimos, te va a quitar la amargura y tampoco tenemos
que justificar nada de lo que hemos venido diciendo. Aparece un Milei
triunfante. ¿Por qué nadie la vio venir? En nuestro caso, desde estas columnas,
cerramos la boca, porque quizás intuimos la derrota. Como expresamos al
comienzo de esta columna, tener a la mayoría de la población en un estado de
permanente ansiedad funciona y, si existe el miedo, funciona mejor. Esto lleva
la firma inequívoca del Instituto Tavistock. No se olviden que estudiaron,
analizaron, documentaron hasta los mínimos resquicios de los mecanismos mentales
de los seres humanos para manipularlos a su antojo y conveniencia. Han hackeado
la mente de los ciudadanos; aquí, en Europa, para llevarnos a una guerra que
será devastadora; en Argentina, para votar a los perversos de toda la vida.
En Europa, como nos va a atacar Rusia y nos
van a matar, hay que gastar más en defensa, por lo cual te voy a quitar el
estado de bienestar, las pensiones, el seguro de desempleo y lo dicen: la clave
va a estar en la industria armamentística. Este discurso es así todos los días,
las 24 horas al día, siempre dicen lo mismo. Claro, las masas educadas frente
al televisor están convencidas de que es de este modo. Esta es la estrategia
para llevarnos a la guerra. La guerra contra la Federación Rusa la están
fabricando desde los medios. ¿Cuál fue la estrategia más efectiva a nivel
mediático para hackear la mente de los argentinos? ¿Qué discursos utilizaron
desde las elecciones en la provincia de Buenos Aires? La reflexión sobre la política argentina, no
termina en nuestra frontera; se olvidaron del Instituto Tavistock, la guerra
del genocidio mental que vienen librando contra la clase trabajadora. Así como
la caída de Perón en el 55, fue financiada y organizada desde el poder imperial
en connivencia con el antiperonismo, hoy mismo, la proscripción de nuestra
líder, Cristina, a través de una causa falsa, fue planificada desde la élite
financiera, conjuntamente con la OTAN y el ascenso de Milei y todo lo que se
está viviendo en Argentina, ya hace décadas que ha sido proyectado, como también
en Europa, la guerra contra la Federación Rusa: hace mucho tiempo que ya estaba
prevista. No sean ingenuos. El tiempo de la geopolítica se mide en décadas.
Me despido de nuestra querida
audiencia, agradeciendo su amable atención e invitándola a otra nueva emisión
de EL CLUB DE LA PLUMA, el próximo domingo. ¡Aquí no se rinde nadie!
¡Hasta la victoria siempre,
compañeros! ¡Palestina libre!
PROF.
VIVIANA ONOFRI
Desde Islas Canarias
Profesora en Letras, ex catedrática de la Universidad
Nacional de Mar del Plata

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