OPORTUNIDADES
PARA LAS CLASES MINORITARIAS EN BRASIL: ENTRE DESAFÍOS Y AVANCES CONCRETOS
Brasil es un país marcado por profundas desigualdades
sociales, raciales y económicas. Las llamadas clases minoritarias, que incluyen
a personas negras, indígenas, LGBT+, personas con discapacidad y residentes de
las periferias, enfrentan barreras históricas para acceder a una educación de
calidad, empleos decentes y espacios de toma de decisiones. Sin embargo, en los
últimos años han surgido iniciativas prometedoras que apuntan a un futuro más
inclusivo y equitativo.
Realidad actual: La inclusión sigue siendo un desafío
Según el Informe de Tendencias de Empleabilidad 2025, las
mujeres aún reciben, en promedio, un 21% menos que los hombres en puestos similares,
y solo el 5% de los líderes en Brasil están ocupados por mujeres negras.
Además, los profesionales mayores de 50 años enfrentan dificultades en la
reubicación, sumando más de 13 millones de trabajadores en busca de
oportunidades.
Estos datos revelan que, aunque hay avances puntuales, la
inclusión plena aún está lejos de ser una realidad. La falta de representación,
la desigualdad salarial y el sesgo estructural continúan limitando el acceso de
las minorías a oportunidades reales de crecimiento.
Proyectos que están cambiando el juego
Afortunadamente, existen iniciativas concretas que han
estado abordando estas barreras con inteligencia e impacto. Un ejemplo es el
Plan Black Youth Alive, lanzado por el Gobierno Federal en 2024, que ya ha
invertido más de 700 millones de reales en acciones dirigidas a la juventud
negra, incluida la educación, la salud, la seguridad y el desarrollo económico.
Con 43 objetivos y 217 acciones, el plan busca combatir el racismo estructural
y garantizar que los jóvenes negros tengan acceso a oportunidades reales para
una vida digna.
Otro destaque es el aviso público Enfrentando el racismo
desde la base, promovido por el Fondo de Derechos Humanos de Brasil, que apoyó
a 29 organizaciones en 19 estados con R$ 1,5 millones en recursos flexibles.
Los proyectos contemplaron el trabajo en áreas como los derechos de las mujeres
negras, las comunidades quilombolas, los terreiros de origen africano y la
juventud periférica, el fortalecimiento de los líderes locales y la promoción
de la justicia social.
Además, Sebrae lanzó una estrategia nacional para la
diversidad y la inclusión en el espíritu empresarial, centrándose en grupos
subrepresentados, como mujeres negras y personas transgénero, ofreciendo
capacitación, crédito y tutoría para fomentar negocios inclusivos.
Caminos hacia el futuro
La encuesta de ID BR en asociación con la Fundación Dom
Cabral y el Pacto Mundial señala que las empresas que invierten en diversidad
tienen un 36% más de probabilidades de superar financieramente a sus
competidores. Esto demuestra que la inclusión no es solo una cuestión ética,
sino también estratégica.
Para que estas oportunidades se conviertan en estructurales,
es esencial que los gobiernos, las empresas y la sociedad civil actúen de
manera coordinada. La creación de indicadores de impacto, la alfabetización
racial en las organizaciones y el apoyo al emprendimiento de base son caminos
prometedores.
La conclusión
Las clases minoritarias en Brasil aún enfrentan profundos
obstáculos, pero hay una ola de transformación en marcha. Proyectos como
Juventude Negra Viva, los avisos públicos del Fondo Brasil y las acciones del
Sebrae muestran que es posible construir un país más justo, donde la diversidad
es sinónimo de poder. El desafío ahora es escalar estas iniciativas y
garantizar que lleguen a quienes más las necesitan, no como una excepción, sino
como una regla.
Desde Brasil –Comunicadora
Social
No hay comentarios:
Publicar un comentario