RADIO EL CLUB DE LA PLUMA

domingo, 1 de diciembre de 2013

LES ESTÁ FALTANDO UN MUERTO…

LES ESTÁ FALTANDO UN MUERTO…
Imagen: Gentileza BWN Argentina

La historia de las luchas sociales por alcanzar metas, hacer valer derechos, defender la integridad, la vida, el trabajo, etc. está regada con la sangre de mártires que sostuvieron sus ideales hasta la muerte.
Lamentablemente es larga la lista con los nombres de quienes entregaron sus vidas en defensa de sus ideas, de sus convicciones. Una lista que, a medida que el tiempo transcurre, va en aumento. Se generan ídolos, consignas, relatos, poemas, canciones para recordarlos, para hacerlos volver en cada instancia que convoca a una nueva lucha.

Los Mártires de Chicago, los Mártires del 28 de Agosto de 1924 (1), Irene Salvador Grados de Lino, la primera mujer peruana mártir de las luchas político-sociales del Perú (2), los desaparecidos en América durante las diferentes dictaduras, Mariano Ferreyra, Maximiliano Kosteky, Darío Santillán, nombres y apellidos, denominaciones que indican un lugar, una fecha, un motivo de lucha, ideas, convicciones… Es larga la lista, muy larga para nuestro pesar…

Algo que podemos destacar es que, en la mayoría de estas instancias en donde hemos padecido la muerte, fueron fundamentalmente personas vinculadas al campo laboral, obreras/ obreros (también hubo campesinos, estudiantes, originarios…) asesinados en nombre de incontables nombres que refieren a la miseria, a lo peor del individuo: el progreso, la estabilidad, la ciencia, el territorio, las leyes, etc. un título para cada justificación de los crímenes cometidos contra los pueblos…

Desde la institución eclesiástica hasta  las  demás formas de poder en el planeta, imponiendo sus pretensiones de dominación, control y miseria, han  desarrollado la macabra maquinaria de muerte que nos han llenado los días, meses y años con lamentables, tristes efemérides que recordar. No sólo para no olvidarlos, a nuestros mártires, sino para intentar que esas historias no vuelvan a repetirse…

En la provincia de Córdoba, Argentina, uno de los frentes de lucha se está librando en el Acampe en Malvinas Argentinas, localidad que le ha abierto las puertas, con la complicidad del gobernador josé manuel de la sota y el intendente de esa ciudad, daniel arzani, a la genocida monsanto que intenta construir una planta, una de las más grandes del mundo.

Integrantes de distintas agrupaciones, vecinos, autoconvocados, militantes comprometidos con la vida fueron construyendo en ese frente de lucha, un espacio de aprendizaje, de construcción alternativa, de esperanza en otra realidad posible.

Hace pocas horas un grupo cercano a las sesenta personas, pertenecientes a un gremio de trabajadores, la UOCRA, que nuclea a obreros de la construcción, llegaron al lugar contando con la virtual liberación de la zona por parte de las fuerzas policiales.
Para liberar la entrada al predio y lograr el ingreso de camiones con materiales, para continuar con la construcción, cobarde y salvajemente arremetieron contra los pocos acampistas con golpes de puño, palos, piedras, incendiando carpas, robando lo que hallaron en su camino. Para eso contaron con la complicidad policial que nada hacía para frenar los crímenes que se estaban cometiendo.

Heridos, golpeados, hasta por las balas de goma que los uniformados disparaban hacia quienes defienden la vida, saqueados ante la vista oficial, y el ingreso no autorizado de los camiones, fue parte del saldo de esta salvajada que cuenta con la complicidad y el beneplácito de los responsables políticos, judiciales y policiales, tanto de la ciudad de Malvinas Argentinas, como de la provincia de Córdoba.
De hecho, está claro que se trata de una suerte de “tercerización de la represión”: para no enviar directamente a la policía contra los acampistas, se envía antes una patota a provocar disturbios que justifiquen el accionar policial. Recordemos que después del narcoescándalo, a de la sota no le viene muy bien reprimir a cara descubierta.

Esta historia recién comienza, a pesar del tiempo que lleva la lucha contra el gigante asesino monsanto; y según parece lo que viene puede ser peor que lo acontecido.
¿Hasta cuándo seguirán el gobierno provincial y municipal sosteniendo este enfrentamiento que pone de riesgo la vida de las personas?
¿Hasta cuándo continuarán permitiendo que los aparatos represivos, uniformados y disfrazados de sindicales, repriman, persigan, hostiguen y hieran a quienes pacíficamente se encuentran ejerciendo derechos constitucionales? ¿Hasta cuándo permitirán que se sigan violando las garantías que la Carta Magna otorga?

Estos miserables cuentan, por ahora, también con la complicidad de un sistema alienante como el comunicacional, que desde hace mucho trabaja prolijamente para lograr desviar la atención de la población hacia lo efímero, lo farandulesco, lo intrascendente, lo inconsistente.
La estupidización mediatizada ha calado hondo en gran parte de los habitantes que miran hacia otro sitio, desvinculándose de las urgencias y luchas. Pero no basta con estupidizar sistemáticamente: también dan “noticias” desinformando grotescamente a la gran masa.

Hace ya muchas décadas atrás, y a pesar de no contar con medios de comunicación como los actuales, había una instancia de formación político social en lo que denominaban el proletariado. Gramsci lo destacaba cuando analizaba las deficiencias en la formación de la clase trabajadora en Italia, respecto de otros países donde el avance del socialismo sembraba la otra alternativa  ante el asesino sistema capitalista.
Había una clase obrera con formación. Lo fue también por estas tierras en tiempos del Cordobazo, con obreros que conocían qué estaba pasando en el país y el mundo respecto de la histórica lucha de clases.
Hoy, buena parte de los “obreros” trabajan para adquirir el televisor o celular de última generación, para saber qué estupidez dijo algún imbécil pagado por los monopolios de la desinformación, por ejemplo…

Hoy tal vez haya algún tipo de formación político-social en los espacios laborales; tal vez. Lo que sí es seguro es que hay un grueso número de seres que mira hacia otro lado, desconociendo las luchas que se llevan adelante en distintos puntos del globo. Sólo se asombran, un poco, cuando cae uno de los nuestros.

En este contexto no parece creíble que sean precisamente trabajadores los que se apresten a “defender”, ente comillas,  puestos de trabajo con palos y piedras. Incluso mostraron armas de fuego. Parece que en esta historia contra la genocida monsanto se está buscando un muerto. ¿Será que es lo que persiguen los poderes políticos, judiciales y policiales en la provincia de Córdoba?
¿Será que quieren cobrarse con la sangre de algún militante, acampista, asambleísta, ambientalista, por no lograr incorporar en sus cuentas lo que significa el negociado con la multinacional y multicriminal monsanto?

Esperemos que esta terrorífica película finalice pronto, que cada uno de nosotros podamos volver a nuestros hogares, tranquilos habiendo ganado la lucha desterrando a la multicriminal de nuestras tierras; y se olviden, que no hagan cuentas, que no les ande faltando un muerto. Que el miedo cambie de bando.

Que así sea.  

NORBERTO GANCI –DIRECTOR-El Club de la Pluma
elclubdelapluma@gmail.com –elclubdelapluma@hotmail.com

DOMINGOS DESDE LAS 10 HS.
POR FM 103.9 RADIO INÉDITA

 
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Notas y Referencias