RADIO EL CLUB DE LA PLUMA

sábado, 30 de abril de 2011

DE TRABAJADORES, LUCHAS Y REIVINDICACIONES…

DE TRABAJADORES, LUCHAS Y REIVINDICACIONES…

El mes de mayo suele referir a luchas, algunas derrotas, victorias, conquistas y reivindicaciones relacionadas con los trabajadores, movimientos obreros, militantes sociales y todos los que de alguna manera interpretan la importancia del brazo constructor de realidades.

La importancia del 1º de Mayo como ícono de las luchas de trabajadores, comienza allá por 1829, cuando de alguna manera se expresa la necesidad de reducir la jornada laboral, no con mucho éxito, ya que se consideraba algo “normal” y justificado el sostener dieciocho horas de labor como promedio, considerándose la posibilidad de extenderla si los requerimientos así lo disponían… A mediados del siglo XIX se conformaron las grandes Ligas de Las Ocho Horas. Todo esto se desarrolla en los EE.UU. donde la maquinaria infernal de producción y crecimiento exprimía y esclavizaba la fuerza laboral.

 En 1884, el 17 de octubre, se aprueba una moción presentada por la que se resolvía "Que La Duración Legal De La Jornada De Trabajo Desde El 1° De Mayo De 1886 Sería De Ocho Horas", convocando con dos años de antelación, a una huelga general para lograr el objetivo fijado.
El día propuesto congrega a doscientos mil trabajadores que inician la huelga. La concurrencia de más de 23.000 trabajadores fue ametrallada por la policía, continuando los enfrentamientos y las persecuciones por la ciudad, con la muerte de un policía por la explosión de una bomba. Se encarcela a los oradores del acto junto con otros anarquistas, iniciando un juicio donde se trató de probar la culpabilidad de ellos en la muerte del policía. Aunque la participación en la muerte no pudo ser demostrada,  a los compañeros A. Spies, Miguel Schwab y Adolfo Fisher se les condeno a morir en la horca, y Luis Lingg se suicido en su celda para no ser ahorcado, Alberto Parsons, otro activista anarquista que se entrego a la policía para estar junto a sus compañeros, fue ejecutado también en la horca. Todos ellos murieron en la lucha por las ocho horas. Así, en medio de represión, asesinatos, ejecuciones disfrazadas de legalidad, complicidad de la prensa local -que desacreditaba los reclamos de los trabajadores-   se logró, a fines de mayo, que más de trescientos mil trabajadores gozaran de las ocho horas de labor.

En julio de 1889, la Segunda Internacional instituyó el "Día Internacional del Trabajador" para perpetuar la memoria de los hechos de mayo de 1886 de Chicago; acordándose en El Congreso de París, celebrar el "Día del Trabajador" el 1º de mayo de cada año.

En el denominado viejo mundo, más precisamente en Francia, también mayo, pero de 1968, tiene su lugar en la historia de las conquistas sociales.
En este caso son jóvenes estudiantes los comprometidos con la lucha social, influenciando en el poder mismo y en la evolución de las sociedades.
Por supuesto que ésta, como otras gestas, no son producto del espontaneísmo, son la consecuencia de otras tantas instancias de reclamos y peleas por el reconocimiento de los derechos de todas y todos.

Varios años antes de estos acontecimientos, en 1810 se gestaba lo que se recuerda como la Revolución de Mayo, hechos ocurridos en la vieja y colonial Ciudad de Buenos Aires, cuando, según algunas posiciones, fue en realidad un golpe de estado llevado adelante por las personalidades más destacadas de aquella urbe. Ello, no obstante tuvo incidencia en el funcionamiento y desarrollo de las actividades comerciales y laborales de la época.

En estos tiempos de revisionismos y reivindicaciones, ya no es el mayo de paraguas e inventadas escarapelas; tampoco de los “irresponsables esclavos de la oligarquía dominante”;  ya no es el mayo de los “loquitos hippies revoltosos” que se distinguían por su “inocencia”. Mayo es el mes de las luchas y las conquistas sociales que marcaron a fuego la historia de trabajadores, estudiantes y militantes.

En Argentina, mayo vuelve pero en 1969 como “corolario” y broche de varias manifestaciones anteriores en todo el país, que tenían que ver con el rotundo repudio a una dictadura asfixiante. La ciudad de Córdoba, el 29 de mayo de ese año, es tomada por trabajadores y estudiantes secundarios y universitarios, artos de tanto autoritarismo y abuso. Éste día es considerado como la antesala de la caída del régimen hasta ese momento imperante.

El Cordobazo es considerado como la máxima expresión del pueblo en su más genuina manifestación como tal, repudiando la dictadura y enfrentándose a una oligarquía nefasta que, más allá de sus matices, no ha cambiado en sus fundamentos en toda la historia. Oligarquía que desde antes de los tiempos de las colonias, se ha esforzado por lograr la dominación total del planeta.

Mayo podría ser considerado entonces, en varias latitudes,  como el “Mes de los Trabajadores”, ya que a lo largo de la historia los acontecimientos más resonantes, han tenido lugar en dicha ubicación gregoriana.   

También mayo nos trae el recuerdo de Juana Azurduy, Augusto Cesar Sandino, Padre Carlos Mujica, Don Arturo Jauretche, Maestro Alfredo Bravo, Pedro B. Palacios Almafuerte, y tantos otros héroes martirizados, torturaros, asesinados, a los que pretendieron olvidarlos, borrándolos de las historias oficiales.

Mayo es también de ellos, y de los trabajadores del planeta que son sometidos a la esclavizante explotación por parte de poderosísimas corporaciones comerciales, quienes aprovechándose de la connivencia de funcionarios y gobernantes, reducen a la vil servidumbre a hombre, mujeres y niños.

En Argentina, son muchos los inescrupulosos que no han percibido las declaraciones contrarias a la esclavitud, mucho menos las conquistas logradas por los trabajadores, y promueven, sostienen de manera degradante a familias enteras a cambio de nada.
La oligarquía no ha cambiado su costumbre de explotar y sumir en la miseria al trabajador y su familia.

Deberíamos poder celebrar Mayo habiendo logrado que cada trabajador sea dignificado y valorado por lo que es. Nos falta un largo trecho para lograrlo en su totalidad.

Que así sea.

NORBERTO GANCI –DIRECTOR- El Club de la Pluma

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