RADIO EL CLUB DE LA PLUMA

viernes, 13 de agosto de 2010

AL ESTE Y AL OESTE… ¿NOS VEMOS EN SOLIDARIDAD??


AL ESTE Y AL OESTE… ¿NOS VEMOS EN SOLIDARIDAD??

 Parece ser que aún nos falta mucho para concretar aquellas construcciones sociales que representen, contengan y canalicen la mayoría de los reclamos populares…

 No obstante se vienen dando diversas articulaciones que, organizando actividades de toda índole, apuntan a dicha concreción.

 Los acontecimientos que se han desarrollado y se desarrollan en nuestro país y en países hermanos de esta Patria Grande, como los Movimientos de Campesinos Sin Tierra, de Originarios, La Conferencia Mundial por del Derechos de las Madre Tierra, Las Asambleas Ciudadanas y muchos más, nos muestran que algo se está dando en esa dirección de las construcciones colectivas…

 No obstante hay espacios donde, a pesar de renovaciones y re planificaciones, la cuesta se hace más empinada. Por ejemplo en el ámbito educativo la cosa está un tanto más ralentada.

 Se me ocurre algo respecto del ámbito escolar… pensándolo como el espacio más adecuado para incentivar, promover, desarrollar acciones tendientes a lograr la concientización de lo colectivo…

 Y sí, el espacio, creo, es ese…, es más, la Ley Nº 26.206 de Educación Nacional, en el Capítulo II referido a Fines y Objetivos de la Política Educativa Nacional, en varios de sus artículos hace referencia al tema.

 Por ejemplo, en el artículo c) dice: “…Brindar una formación ciudadana comprometida con los valores éticos y democráticos de participación, libertad, solidaridad, resolución pacífica de conflictos, respeto a los derechos humanos, responsabilidad, honestidad, valoración y preservación del patrimonio natural y cultural…” En él podemos destacar la formación en la “solidaridad”, ya que sólo el sentido solidario puede ampliar la mirada hacia el otro, a esa otredad casi siempre negada; y por supuesto que ello es reforzado con el irrestricto respeto por los “derechos humanos”.

 El artículo d) hace referencia a la “diversidad cultural”, los “valores universales” y la “integración regional y latinoamericana”. Ello permitiría asumir el profundo sentido de pertenencia a una misma tierra con la mirada desde nosotros, para la construcción colectiva continental.

 Reforzando en el artículo f) cuando refiere a la “no admisión de la discriminación”, en ninguna de sus formas; reforzando ello el artículo ñ) “asegura” el respeto por “las lenguas de pueblos indígenas” y su “identidad cultural”, promoviendo la “multiculturalidad”.

 Todo bien, al menos en la letra… ¿Algo de ello está ocurriendo en las escuelas de nuestro país?

 Si bien la ley citada es relativamente nueva, ¿a nosotros, como sociedad, cómo nos condiciona la propuesta educativa? ¿Estamos en condiciones de responder a esos lineamientos? ¿Gozamos de la madurez necesaria para alcanzar los objetivos ideados?

 Cuando hablamos de derechos humanos, de igualdades y libertades, hay temas que no me permiten desvincularlos de situaciones que diariamente nos pasan por encima.

 En estos tiempos se están enjuiciando a individuos que han tenido participación, responsabilidad respecto de torturas, asesinatos, secuestros de hombres, mujeres y niños acusados de pensar un país diferente, por el cual luchaban.

 Nos enteramos las condiciones en que estos “individuos” están en los penales que los alojan. Provoca vergüenza comprobar que para los mencionados existen prerrogativas (como la utilización de “un espacio exclusivo para dedicarse a la lectura y no ser molestado”) que no gozan aquellos militantes populares, sociales, que están detrás de las rejas por pretender un país mejor…


 Si les enseñamos a nuestros hijos el sentido de  solidaridad, de complementariedad entre todas nuestras necesidades, virtudes y concreciones; se nos hace imposible poder digerir que genocidas gocen, a pesar del encierro, de ciertas ventajas…

 Y si a esto le agregamos que, por ejemplo en el Barrio Chacra 7 de la localidad de Juan José Castelli, en la Provincia del Chaco, donde aproximadamente 200 familias Tobas Qom viven en condiciones sumamente deplorables, como en muchos rincones de nuestro País…creo que todavía estamos bastante lejos de esto de construir esa unidad contenedora del nosotros, alejándonos un tanto del yo para lograr la integralidad.

 ¿Y si miramos un poco, al menos un poco, nuestras diarias acciones?, tal vez podamos advertir la imperiosa necesidad de cambiar pensamientos y actitudes… Que así sea.

NORBERTO GANCI –DIRECTOR- El Club de la Pluma


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